El pasado lunes 28 de septiembre asistí, en el Club de Marketing de Navarra, a una conferencia titulada Gestión del Fracaso e impartida por Germán Beroiz (Director Gerente de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela).
Hace unos meses y gracias a Sixto Jiménez y Daniel Palacio (Tutti Pasta) tuve la oportunidad de contactar y conocer a Germán.
El motivo de mi asistencia era que en estos momentos con la que está cayendo (crisis-recesión-deflación, aunque algunos dirigentes de nuestro país sigan con la actitud del avestruz o poniéndose gafas para ver en 3D, distorsionándose la vista) aparece una persona y decide hablar del fracaso.
Proponiendo que el fracaso es un valor, sabiendo aprovecharlo. Pues no se sale adelante cumpliendo éxitos sino superando fracasos. Además nos dice que el directivo debe ser humilde y tener sentido del humor, y ha de desarrollar las capacidades de sus subordinados.
Esto me trajo dos recuerdos, muy dispares, de mi vida profesional. Uno de mi primer jefe – excelente motivador y gran amigo Walter Lockhart. (He de escribir alguna entrada acerca de esta excepcional persona).
El segundo, menos grato por el trasfondo del asunto, de las charlas de café con un compañero en las que comentábamos que teníamos la desgracia de que nuestros directivos sólo se fijaban en los goles que fallábamos aunque estuviéramos entrenando con un equipo y en unas instalaciones de tercera pero disputando la “Champions” y con la exigencia de ganarla.
Al inicio los asistentes comenzamos realizando un ejercicio de auto-afirmación, diciendo: ¡SOY YO!
Al ser una conferencia de tres horas hubo que realizar un pequeño descanso que personalmente me pareció rompió el ritmo y clima en los que se estaba desarrollando.
La conferencia acabó con la mención de siete habilidades para transformar los fracasos en victorias.
Entre lo asistentes tuve la suerte de coincidir con un compañero de facultad, y repasar nuestras vidas, y destacar la presencia, a titulo personal, de la consejera de Asuntos Sociales, Familia, Deporte y Juventud Maribel García Malo.
