miércoles, 21 de octubre de 2009

El Taller de Teatro

Ahora que cambiamos la hora y que las tardes ventosas de otoño nos obligan con su melancolía a revisar el año, me vienen los recuerdos de sus principios, el cual deseo acabe de una vez. Haciendo cierto el dicho de pasemos al 2010 que el 2009 no vale.

Este año lo empecé con mal pie, pues el día de Reyes fallecía el tío Facio, hermano de mi suegro Ramón. El día siete lo enterrábamos en Herrera de Camargo (Cantabria), su pueblo. El día ocho al volver al trabajo el jefe me despedía (despido improcedente pero yo a la p--- calle) y el nueve con un frío helador (ambiental e interno) me encontraba haciendo cola en la oficina del paro, perdón del INEM, que suena mejor.

Pero como no hay mal que por bien no venga, mientras me dedicaba clarificar mi futuro profesional, en medio de la que entonces nuestro siempre optimista presidente del gobierno empezaba a reconocer como crisis. Pero tranquilos que en marzo ya saldríamos de ella y no íbamos a llegar a 3 millones de parados. Previsión de supuesto muy favorable.

Estamos en otoño y cerca de alcanzar los 5 millones de desempleados. Si los parados fueramos un partido,  seríamos, seguro, la tercera fuerza en el Congreso, o quizás, con un poco de suerte, la segunda.

Decidí apuntarme a las excursiones (a la Granja Escuela de Ilundain y al Parque Polo) y al taller de teatro para los niños de 3º de infantil, en el colegio de mis hijos.

Fue una experiencia positiva, instructiva y muy intensa. Que me permitió retomar parte de mis orígenes profesionales en los que me dedicaba a la docencia. Pues en apenas dos horas, junto con tres o cuatro madres, montábamos el escenario, vestíamos-disfrazábamos a los 12 a 15 niñ@s, ensayábamos la obra y tras una pausa para ir al baño, representábamos la función al resto de sus compañeros de curso.
 
Especialmente mencionar a Sara que era un "filón de ideas" en cuanto a organizar decorados, vestuarios y maquillar a los pequeños artistas. Pienso que sin sus aportaciones el taller no habría tenido tanto éxito y aceptación por parte de todos.

En total fueron seis, trabajadas, funciones:
- La Ratita Presumida.
- El Lobo y los Cabritillos.
- El Pollo y el Real.
- El Gigante Egoísta.
- Alá Babá y los 40 Ladrones.
- La Reina de las Abejas.

Lo mejor era el aplauso final y el saber que los pequeños estaban esperando con ilusión, algunos incluso con ansiedad, el día que les tocaba a ellos ser los protagonistas del taller de teatro.

"Niños y niñas, profes y madres bienvenidos todos al taller de teatro. Hoy os vamos a representar ...."